Colegio trilingüe: Beneficios y consideraciones

Colegio Trilingue

En la búsqueda de ofrecer a nuestros hijos una educación integral y adaptada a las demandas del mundo actual, cada vez más padres consideran la opción de colegios trilingües. A continuación te explicamos diversos beneficios que este enfoque educativo puede ofrecer, así como algunas consideraciones importantes a tener en cuenta al tomar la decisión de inscribir a nuestros pequeños en un entorno donde dominarán tres idiomas.

¡Descubre cómo esta experiencia puede abrir puertas y enriquecer el desarrollo académico y personal de tus hijos!

Las ventajas de la enseñanza trilingüe

Al aprender tres idiomas, los alumnos adquieren una perspectiva cultural y lingüística más amplia desde una edad temprana. Además de dominar el “idioma”, aprenden los matices culturales asociados a cada lengua, a pensar con originalidad y a mostrar empatía. Comprenden y trabajan más fácilmente con personas de distintos orígenes, desarrollando una comunicación muy eficaz y abierta a los demás y al mundo.

La educación trilingüe también potencia las capacidades cognitivas. La constante reorganización del cerebro contribuye a una mayor plasticidad cerebral, y las funciones ejecutivas que se ponen en juego, como la atención selectiva, la flexibilidad cognitiva y la memoria, les permiten resolver problemas con mayor eficacia y ser más creativos. Este ejercicio constante de navegación entre lenguas -que realizan con poco esfuerzo- y de transferencia de las competencias adquiridas en una lengua a otra, confiere a los niños plurilingües una mayor flexibilidad mental y el hábito de comprender conceptos complejos, de encontrar diversas soluciones, ideas o respuestas creativas a una pregunta o un reto dados.

Una experiencia educativa completa

Los niños que crecen en un entorno multilingüe también desarrollan su inteligencia emocional y social: comprenden mejor sus propias emociones y las de los demás, y crean relaciones positivas con quienes les rodean. Aprender y comunicarse en distintos idiomas, con amigos que se desenvuelven con mayor o menor soltura en una u otra lengua, significa también vivir la diversidad, respetarla y, en definitiva, ser tolerantes.

En el caso de los alumnos mayores aprovechan que conocen y dominan tres idiomas para poder estudiar en un centro internacional y vivir una experiencia de inmersión en un país distinto de España, a través de intercambios internacionales. Desde unas semanas hasta un año, viven en otro entorno, ponen en práctica sus conocimientos lingüísticos y socioculturales, y utilizan las habilidades cognitivas, emocionales y sociales que han adquirido desde la infancia… ¡Una auténtica experiencia vital!

Aspectos a tener en cuenta al matricular a un niño en un colegio trilingüe

Para matricular con éxito a su hijo en una escuela trilingüe, la implicación de los padres es esencial. Por un lado, los objetivos pedagógicos deben estar en consonancia con el proyecto familiar: ¡Hablar varios idiomas sin esfuerzo es un superpoder!

Por otro lado, los padres deben apoyar el proceso de aprendizaje en casa: no es necesario que domine los idiomas, pero sí que se interese por el trabajo de su hijo, para que confíe en sí mismo y en la enseñanza que recibe, y quiera compartir su experiencia con usted.

Enseñanza trilingüe en LFIM

Desde su escolarización, nuestros alumnos oyen tres idiomas en LFIM: francés, español e inglés.

La enseñanza se imparte principalmente en francés y español en la escuela primaria, por lo que los alumnos adquieren un sólido conocimiento de estos dos idiomas en la escuela primaria.

El inglés se enseña, y sobre todo se escucha, desde la guardería, por lo que los alumnos están acostumbrados a trabajar con los tres idiomas. Por ejemplo, en la biblioteca, en el huerto y en los pasillos del colegio, los intercambios tienen lugar en la lengua del adulto, sea cual sea la situación (situación de aprendizaje o intercambio informal). En secundaria, se ofrece una enseñanza más intensiva en inglés: los alumnos aprovechan las competencias lingüísticas adquiridas en francés y español en primaria para progresar más rápida y eficazmente en inglés.

¿Nuestro objetivo? Que los alumnos salgan con un nivel C1 en cada idioma, para que puedan elegir y seguir estudios superiores en la lengua que prefieran.

¿Qué es un colegio internacional?

Certificaciones del Lycée Molière

Un colegio internacional es una institución educativa que ofrece un programa que conduce a un diploma reconocido en todo el mundo, como el Bachillerato francés, y también un recorrido con una dimensión internacional: aprendizaje y dominio de varios idiomas, conocimiento de varias culturas. El objetivo es desarrollar en nuestros estudiantes la comprensión intercultural, la apertura al mundo y así prepararlos para vivir y pensar en un entorno internacional.

En un colegio internacional, los estudiantes construyen sus conocimientos y habilidades académicas en un ambiente plurilingüe. Este entorno multilingüe y multicultural les permite poner a prueba constantemente sus habilidades psicosociales (habilidades emocionales, cognitivas y sociales) y desarrollarlas. Se vuelven particularmente efectivos en el pensamiento crítico, la resolución creativa de problemas y la comunicación constructiva: ¡tener en cuenta a su interlocutor es una realidad en todo momento!

¿Cómo elegir un colegio internacional?

El primer paso para elegir un colegio se da… ¡en familia! Parte de su decisión dependerá del proyecto familiar, del futuro que usted vislumbra para su hijo, que debe coincidir con el proyecto que tenemos para nuestros estudiantes.

Aunque seguimos los programas franceses, integramos una perspectiva global en la enseñanza y fomentamos la comprensión intercultural. Fomentamos la movilidad de nuestros estudiantes, facilitando los intercambios con otros colegios internacionales, por unas semanas o varios meses. Cuando llega el momento de orientarse hacia estudios superiores, queremos que el campo de posibilidades sea internacional para nuestros estudiantes, que puedan elegir estudiar en España, en Francia, en cualquier lugar del mundo, en carreras nacionales o en programas internacionales.

Y sobre todo, queremos que nuestros estudiantes estén contentos de venir a la escuela, de aprender, ¡que se desarrolle académica, social y personalmente!

Características del Liceo Francés Internacional Molière

Dos culturas, tres idiomas

El Liceo Francés Internacional Molière tiene la particularidad de ser un colegio internacional que ofrece a sus alumnos la enseñanza de los programas franceses, validados por el Ministerio de Educación Nacional francés.

Todos los profesores del liceo tienen títulos de enseñanza y continúan su desarrollo profesional asistiendo a cursos ofrecidos por el Instituto Regional de Formación de Barcelona, por la Misión Laique Française o por universidades españolas. Todos hablan los dos idiomas, y nuestro ambiente cruza continuamente las dos culturas, francesa y española; los menús del comedor se elaboran teniendo en cuenta las dos culturas culinarias, ¡Nuestros estudiantes comen un día un Cocido, otro día Gratin Dauphinois!

Dos culturas, tres idiomas, el idioma complementario al español y al francés es, por supuesto, el inglés, el dominio de este idioma es indispensable para nuestros estudiantes que crecen más que nunca en un contexto internacional (¿global? ¿mundial?). Desde la sección infantil, los alumnos están acostumbrados a convivir con hablantes de estos tres idiomas; primero construirán bases sólidas en francés y español, para utilizar sus habilidades en el aprendizaje del inglés. El objetivo al final del curso es ser un usuario experimentado de los tres idiomas (nivel C1).

Una comunidad internacional

Crecer en un colegio internacional también significa crecer con compañeros de diferentes orígenes. Nuestra escuela acoge a estudiantes de 18 nacionalidades diferentes, y cerca de la mitad de nuestras familias son familias mixtas (dos o tres nacionalidades). Las diferentes culturas, idiomas y tradiciones conviven fácilmente, ¡el 44% de los estudiantes hablan dos idiomas o más en su contexto familiar!

Cada año, algunos estudiantes nos dejan y otros se unen a nosotros, especialmente desde otros colegios franceses del mundo. La AEFE (Agencia para la Enseñanza del Francés en el Extranjero) es una red de 580 escuelas, colegios y liceos en 139 países del mundo. Todos ofrecemos una educación que sigue los programas del Ministerio de Educación Nacional francés, lo que permite a las familias con movilidad profesional ofrecer a sus hijos una educación continua, desde la escuela infantil hasta el bachillerato.

Ayuda con los deberes: Estrategias efectivas

La llegada de los deberes por la tarde es una de las grandes novedades para el niño y los padres, ¿Por qué los profesores dan deberes? ¿Cómo podemos ayudar con los deberes?

Estrategias efectivas para ayudar con los deberes

Establece una rutina para hacer los deberes

Elije una hora y un espacio que sean los mismos de un día para otro. La regularidad permite a tu hijo prepararse para ese momento (lo espera) y sentirse seguro (sabe que ese momento llegará, que hay un tiempo previsto para hacer sus deberes).

Una duración predefinida, con una hora de finalización anunciada, ayuda a los niños a aprender a organizar su propio trabajo, una habilidad que será cada vez más útil a medida que crezcan. Al final de la escuela primaria, por ejemplo, treinta minutos es un tiempo máximo razonable que se puede pedir a un niño de esta edad.

Empieza siempre con un momento de intercambio

Antes de empezar a ayudar a realizar los deberes, pregunta a tu hijo cómo le ha ido el día, qué han aprendido, descubierto, trabajado y jugado…

Es bastante normal que algunos respondan a esta pregunta con un «no lo sé»: ¡pasan muchas cosas en una jornada escolar! Puede orientar la pregunta preguntando por una parte del día (una asignatura, una evaluación, una conferencia, la visita a la biblioteca, los amigos del patio…).

El objetivo no es reconstruir su día, ni interferir en su «jardín escolar secreto», sino mostrarles que lo que viven en la escuela es importante para usted.

¿Con qué deberes debo ayudar?

Para los niños más pequeños, pregúntales qué tienen que hacer. Deja que el niño responda de memoria o que saque él solo su agenda, como parte de sus “deberes”. Si no lo hacen de forma espontánea, puedes sugerírselo o pedirles que comprueben que lo han hecho todo cuando acaben los deberes.

Cuando su hijo es capaz de explicar lo que se espera de él, ¡ya está en la tarea! Para aquellos que no estén seguros de haber entendido correctamente, les ofrece un espacio seguro para pedir a un adulto de confianza que les confirme lo que deben hacer.

Autonomía

Se debe de dar tiempo para que los niños trabajen por su cuenta, los demás nos ayudan a aprender, ¡pero sólo pueden aprender solos!

Desde el primer grado, un niño puede estar solo para preparar su lectura (leyendo en su cabeza o en voz baja), para que los mayores repasen una lección, para hacer ejercicios: por un lado, son los inicios de la autonomía en el trabajo, y por otro, es un momento que se le da al niño para que se dé cuenta de que sabe, de que ha entendido, o de que aún necesita un poco de práctica.

Para los niños más pequeños, es importante que su hijo vea que usted está disponible para ayudar con los deberes si lo pide.

Hacer de este momento algo especial

Considere el siguiente tiempo juntos como un momento especial. Es decir, la lectura del texto, la escritura de las palabras bajo su dictado, la respuesta a sus preguntas sobre la lección de historia, todas ellas cosas que su hijo estará orgulloso de mostrarle. Si por ejemplo si estudia frances y no hablas francés, no te preocupes, pídele que te diga, en español, de qué trata la lección, qué significa la palabra, ¡estará muy orgulloso de saber más que usted!

Ayudar con los deberes tambien es animar y motivar

El momento en el que se ayuda a los pequeños con las tareas del cole es un momento en el que se le invita a valorar su actitud en su trabajo, es decir, a animarle, a felicitarle por sus esfuerzos, por sus progresos, por los elementos observables de este momento.

Estos estímulos y los elogios ayudarán a su hijo a desarrollar un sentido de competencia, autonomía y control, la base de la motivación y el compromiso.

Ayudar con las dificultades

Si su hijo tiene dificultades, puede intentar hacerle preguntas para entender qué le bloquea. Esto permitirá saber si se trata de una mala comprensión o lectura de las instrucciones (¡lo que ocurre muy a menudo!), o si realmente hay «algo» que el niño no ha entendido en la lección. En este caso, puede intentar explicárselo si se lo pide, si no funciona no es un gran problema, el aprendizaje es un largo camino, ¡y sobre todo este momento debe seguir siendo un momento agradable entre padres e hijos!

La forma más eficaz de ayudar a tu hijo a ser independiente es sugerirle que pregunte al profesor al día siguiente qué debe hacer porque no lo ha entendido, y luego, por la noche, preguntarle si ha hablado correctamente con su profesor y cuál ha sido su respuesta. Esta manera de hacer las cosas nos permite apoyar al niño, sin sustituir su papel de alumno, que es tomar las riendas de su propio aprendizaje.

Repasar que se ha realizado

Tras finalizar el periodo de ayuda con los deberes se recomienda concluir este momento mirando juntos que todo está terminado; subrayar o marcar lo que se ha hecho ayuda a algunos niños a verse a sí mismos avanzando. Para los más pequeños, asegúrese de no sobrepasar el tiempo acordado, y para todas las edades, invíteles a guardar sus cosas para que estén listas para el día siguiente, porque sí, ¡volverá a ocurrir!

¿Qué tipos de deberes existen y cómo debe ayudarse con cada uno de ellos?

A la hora de ayudar a tu hijo pequeño con sus deberes escolares, conocer los diferentes tipos de deberes que pueden tener los pequeños es un elemento clave para poder ayudar de forma efectiva con la tarea escolar.

  • Los deberes de práctica, que implican repasar lecciones y ejercicios, permiten a los padres reforzar de manera específica los conocimientos adquiridos en clase, fortaleciendo así la comprensión del niño. Ante este tipo de de deberes, los padres pueden ayudar a anticiparse a nuevas lecciones y preparar al niño ante nuevos conceptos y lecciones.
  • Los deberes de preparación, para preparar las próximas tareas (Ejemplo: La lectura de un nuevo texto). Este tipo de tareas, necesitan del apoyo de los padres para que el hijo se enfrente a nuevos conceptos con confianza y comprensión.
  • Los deberes de continuación, para terminar el trabajo que se ha avanzado en clase (Ejemplo: Terminar un texto que hay que copiar). Ante estos ejercicios, los padres deben ayudar a establecer un plan de trabajo, a comprender correctamente las características de la tarea y promover la responsabilidad del niño.

Los ciclos en la enseñanza francesa

Durante las reuniones y tutorías, pasa frecuentemente que los profesores comentan el ciclo en el que se encuentra el alumno. Los ciclos se introdujeron en el plan de estudios francés en 1991 para responder al potencial de aprendizaje de cada alumno, que varía en velocidad y eficacia según el área de aprendizaje del niño, su madurez y su etapa escolar.

Con la aportación de las ciencias cognitivas, la escolarización se organiza ahora en torno a la construcción de competencias, desde las más simples a las más complejas, que tiene lugar a lo largo de todo el proceso de escolarización. Se establecen así cuatro ciclos de aprendizaje de tres años cada uno, que permiten a cada niño tomarse el tiempo necesario para adquirir las competencias definidas por ciclo en los programas de estudios.

Cuando los niños empiezan la escuela, en la escuela infantil, inician el ciclo del aprendizaje temprano. El principal objetivo de la escuela infantil es animar a los niños a ir a la escuela y aprender juntos. Se basa en un principio fundamental: todos los niños son capaces de aprender y progresar. Al dar a cada niño el tiempo necesario para descubrir y explorar, la escuela infantil les anima a confiar en su propio poder para actuar y pensar, y en su capacidad para aprender y tener éxito tanto académica como personalmente. Esto sienta las bases educativas y pedagógicas para el aprendizaje futuro.

La escuela primaria toma el relevo de la infantil con el ciclo 2, el ciclo de los aprendizajes fundamentales. Del CP al CE2, todas las lecciones exploran el mundo. El dominio del lenguaje oral y escrito es fundamental. La adquisición de los conocimientos fundamentales (leer, escribir, contar, respetar a los demás) es la prioridad. La clase se organiza en torno a una revisión constante de los conocimientos ya adquiridos y su desarrollo posterior, lo que permite a cada niño progresar a su propio ritmo, para alcanzar un excelente dominio al final del ciclo.

El ciclo 3, el ciclo de consolidación, abarca los dos últimos años de primaria, CM1 y CM2, y el primer año de collège, 6º. Este ciclo tiene dos objetivos clave: en primer lugar, consolidar los conocimientos fundamentales y, en segundo lugar, proporcionar una mejor transición entre la escuela primaria y el collège. La estructura del ciclo garantiza la continuidad y la progresión entre los tres años. La clase de 6º ocupa un lugar especial en el ciclo 3: permite a los alumnos adaptarse a la organización educativa y al entorno vital de la escuela secundaria, manteniendo al mismo tiempo la continuidad del aprendizaje.

Los alumnos continúan con el ciclo 4, el ciclo de profundización. De 5º a 3º, los alumnos desarrollarán sus conocimientos y competencias de forma más abstracta, modelada y reflexiva. Al final, en 3º, deberán haber adquirido toda la base común de conocimientos, habilidades y cultura. Durante este ciclo, los alumnos pasan de ser niños a adolescentes: se les apoya en las nuevas relaciones que establecen consigo mismos, con los demás y con su propio futuro, al tiempo que siguen desarrollando competencias en las distintas materias.

Por último, última etapa de la enseñanza secundaria, los alumnos acceden al lycée. Seconde es una clase de determinación, en la que los alumnos prueban sus gustos y aptitudes antes de elegir una carrera en première. Año tras año, los alumnos se especializan: es el último curso, con asignaturas comunes a todos los alumnos, asignaturas especializadas y asignaturas optativas a elegir. En terminal, la proporción de asignaturas comunes se reduce en favor de una mayor especialización, con vistas a la elección de estudios superiores.

Si cada uno aprende a su propio ritmo, con su propio apetito de aprendizaje basado en su edad e intereses, tenemos entonces la suerte de ver progresar a nuestros alumnos… desde sus primeros días en la guardería hasta la ceremonia de graduación: ¡qué alegría es verles crecer!

Un día en la Maternelle

Un abrazo, un último beso, el profesor ya recibe a los niños, usted nos confía a su hijo para la jornada escolar que está a punto de comenzar… ¡Bienvenido, en este tiempo de lectura, a algunos elementos de su vida cotidiana, desde el punto de vista de un niño, y desde el punto de vista de un educador!

Rutinas para crecer en un entorno tranquilizador

Es diciembre, las rutinas para llegar a clase están bien establecidas: todos han llegado, nos reunimos en círculo para empezar el día. El profesor se sienta en el suelo con nosotros, contamos el número de niños presentes, damos la bienvenida a un compañero que ha estado ausente varios días, un «niño grande» nos dice qué día es y escribe la fecha en la pizarra con ayuda de etiquetas, y se intercambian pequeñas noticias. Estas rutinas que marcan el día ayudan al niño a situarse en el espacio, en el tiempo y en el grupo con el que convive durante un año. La regularidad que ofrece este marco tranquiliza al niño: sabe cómo se desarrollará el día, cuándo estará con el grupo, podrá jugar, aprender, entrenarse, relajarse, etc. La escuela es un lugar de aprendizaje y socialización, los momentos colectivos construyen una experiencia común y contribuyen a aprender a trabajar juntos, a vivir juntos.

Métodos específicos de aprendizaje

Comienza la hora del taller. Podemos trabajar solos, en grupo o con el profesor. Con ella aprendemos algo nuevo: un taller, un juego, nos enseña a coger mejor el bolígrafo, nos hace pensar con acertijos matemáticos, nos hace descubrir una técnica artística… Trabajamos igual a veces con otro profesor, o con el ayudante: nos explican, nos animan, nos felicitan…».

También puedo trabajar solo: preparo el lugar donde quiero sentarme (en una mesa o con una esterilla en el suelo), elijo un taller que hago solo, y pruebo, experimento, practico… Puedo pedir ayuda, enseñar a un compañero, a un adulto, tomarme mi tiempo, o dejar de lado este taller y elegir otro, ¡quizá rehacer el que ya domino bien! Tengo tiempo para aprender, para practicar, me veo progresando y teniendo éxito.

El profesor prepara y ofrece a los niños diferentes talleres y juegos en función del nivel, las habilidades que se van a trabajar y el interés de los niños. Elegir entre estas propuestas contribuye al aprendizaje de la autonomía intelectual y emocional: la elección permite a determinados niños (o en determinados momentos del aprendizaje), centrarse más en la tarea porque está vinculada a su propia motivación; les da la oportunidad de mejorar hasta dominarla a su satisfacción y les ofrece la posibilidad de decidir trabajar juntos para conseguir lo que no pueden hacer solos o, simplemente, compartirlo con sus compañeros.

Nos tomamos el tiempo de terminar nuestro taller, de guardarlo, de ir a los aseos para los que lo necesiten, y es hora de ir a la sala de psicomotricidad: cada día hacemos algo diferente: baile, cursos, juegos colectivos… De una semana a otra, los juegos propuestos por el profesor evolucionan con nuevas reglas. Los más pequeños experimentan, prueban, se atreven; luego, a medida que crecen, hablamos de nuestros sentimientos, de nuestras estrategias para «hacerlo mejor».

El lenguaje es parte integrante del desarrollo de las capacidades motoras, sensoriales, cognitivas y relacionales de los niños. En todas las áreas, los profesores animan a los niños a expresarse sobre lo que sienten, observan, anticipan: les llevan a pasar de «hacer una acción» a «comprender, pensar, decidir cómo actuar para tener más éxito», solos o con otros.

Aprender juntos y vivir juntos

Nos entretenemos por el pasillo, nos organizamos para jugar a los tenderos: podríamos ir a recoger piedrecitas al huerto y decir que son caramelos, y los meteríamos en una bici con una cesta; Pablo daría vueltas por el patio para decir que vendemos caramelos, y Laura estaría en la tienda de detrás de las montañas para venderlos, y… Nacen nuevas amistades, se inventa un juego, se intercambian bicis, se derraman lágrimas porque «esa no era la norma». … el tiempo de juego es un momento fundamental para los niños, durante el cual pueden decidir por sí mismos lo que quieren hacer y las reglas que lo acompañan. Ya sea corriendo, jugando a la pelota, en el arenero o imitando juegos, experimentan la vida en sociedad a través de las reglas que inventan y se imponen a sí mismos, poniendo en práctica el aprendizaje social y cultural que reciben de los adultos. Espacio (¡vigilado!), y momento de libertad, el patio de recreo es un momento de aprendizaje muy importante en la jornada de un niño.

Volvemos a clase: un niño está triste, le consuela la ayudante. La profesora nos lee un cuento sobre un elefante y un caracol que se pelean y luego se hacen amigos. Reproducimos el cuento con peluches y hablamos sobre él, para entender qué dice cada uno, qué siente cada uno, si uno tiene más razón que el otro, qué podemos hacer cuando hay una pelea. Es un poco como lo que pasó el otro día en el patio de recreo entre Leo y Lea… Más allá de la resolución de los conflictos a medida que se desarrollan, la profesora propone álbumes y juegos para ayudar a los niños a identificar sus emociones y sentimientos, y luego a expresarlos verbalmente. A través de estas historias, el niño puede identificarse tranquilamente con los personajes y las situaciones, a la vez que se siente completamente seguro emocional y cognitivamente, ya que no está personalmente ni emocionalmente implicado en la historia. Al aprender a descentrarse, el trabajo sobre la empatía permite al niño acceder al mundo del otro, con conocimientos, intenciones y reacciones: ¡el mundo no es sólo lo que vemos a nuestro alrededor, sino también lo que nos cuentan los demás, los libros y la escuela! El profesor se preocupa de que todos puedan desarrollar su autoestima, ayudarse mutuamente y compartir con los demás.

El vínculo entre la escuela y el hogar

Es el final del día, y ha sido de nuevo rico en aprendizajes, juegos, intercambios y emociones. Hemos guardado nuestras cosas, nos hemos puesto los abrigos, un asistente ha venido a recoger a los que se quedan en la escuela; estamos listos, ¡pronto será «la hora de los padres»!

Los tiempos de transición tienen una fuerte dimensión educativa: para la última rutina de la jornada escolar, que tiene la particularidad de ser compartida con la familia, los profesores ofrecen a los niños puntos de referencia para cerrar la jornada escolar y acompañar la vuelta a la vida en casa: recordar lo que hemos hecho/aprendido durante el día, anticipar lo que se hará al día siguiente, preguntar quién viene a recoger al niño, acoger la palabra que nos explica «lo que va a hacer ahora». Este apoyo a la transición puede continuarse con la familia, pidiendo al niño que nos cuente «una cosa bonita que le haya pasado durante el día»; no se trata de negar las situaciones difíciles, sino de aprender a diferenciar entre lo «grave» y lo «menos grave», y de destacar los momentos felices, ya sea en el aula, en el patio o en el comedor… Este momento de intercambio, si se ritualiza, le enseñará a reconocer y recordar estos momentos para que luego pueda compartirlos contigo, y tú podrás descubrir la felicidad de tu hijo en la escuela… ¡Un ritual que hay que continuar mucho más allá de la guardería!