Tras leer y estudiar en clase El conde de Montecristo, visitaron el Château d’If, descubrieron el barrio catalán, el Puerto Viejo y otros lugares clave en la novela de Alejandro Dumas.
Alojados en la isla de Frioul, los alumnos pudieron disfrutar durante tres días del sol, el paisaje y el viento de libertad que soplaba en la isla frente a la ciudad.
Después de haber seguido una visita al Mucem y haber subido valientemente la colina que daba acceso a la basílica de Notre-Dame de la Garde, los alumnos realizaron actividades deportivas en la playa de los Catalans y participaron en la competición en el Château d’Yew (construcción de un castillo de arena que representa la famosa prisión).
Esta experiencia colectiva tuvo el mérito de crear nuevos vínculos y conocer gente nueva con alumnos de secundaria franceses.
El entusiasmo de los alumnos fue total. ¡Nada le hizo sombra, ni siquiera el interminable viaje en autocar!
Gracias a los alumnos y a todos los maravillosos guías (Ludivine Boulanger, Nathalie Chambert y Julien Vannier).
