Lo Efímero —tema de la 24 edición de la Primavera de los Poetas que acaba de concluir— o cómo transmitir la idea que la Poesía, en su fugaz resplandor que se expresa plenamente cuando se canta (se recita), es un valioso patrimonio que perdura a través del tiempo, y cuya traza nos conecta con nuestra historia, nuestra cultura, nuestras tradiciones.
De la civilización oral a la escrita, del trovador de antaño hasta nuestros días, el Poeta ha sabido desarrollar su arte para llegar a la eternidad en busca de palabras que le permitieran asir lo inasible, decir lo inefable, y hacer así del instante, de la emoción, de los sentimientos que nos animan, una lengua universal en la cual cada ser humano se vuelve a encontrar a sí mismo, se descubre, y se establece en la continuidad.
Es movida por esta convicción que me acerque a los alumnos de CM1 de la clase de Pascale Devleschoudere, con el fin de intercambiar con ellos, el tiempo de algunas sesiones y una decena de poemas, acerca de esta noción de huella de lo efímero.
Y para añadir a las palabras la acción, los niños trabajaron primero en la realización de una instalación plástica-poética depositando en el huerto unos cantos rodados previamente pintados con los colores de la Primavera, y dejándolos frente a la intemperie de la temporada antes de recogerlos y poder observar en ellos la impronta del paso del tiempo.
A continuación, seguimos trabajando en pequeños grupos la “puesta en voz” de los poemas elegidos alrededor del tema de lo Efímero para preparar un recital bilingüe francés y español, al que invitamos a varias clases de primaria con sus profesores.
Memorizar un texto, enfrentarse al público, darle vida -voz- el tiempo de unos instantes para que no caiga en el olvido, ¡Eso es lo que hicimos juntos, pequeños y grandes trovadores de nuestras hermosas lenguas hermanas!
Carole Gabriele