Las emociones son indicadores muy importantes que nos permiten orientar nuestra vida para satisfacer nuestras necesidades básicas, en armonía con los demás y con nuestro entorno.
A lo largo de toda la escolarización, los alumnos del Liceo francés internacional Molière aprenden a reconocer, identificar, aceptar y canalizar sus emociones. Y comprenden que la expresión emocional es tanto una herramienta de comunicación como de adaptación.
El método de la flor de las emociones, que les permite nombrar sus emociones con más matices, ya está dando resultados notables desde las primeras semanas de clases.
Como se puede observar en el afiche de esta clase de CE1, los niños aprenden a escucharse a sí mismos, a sentir, y a identificar sus emociones… y ver cómo estas varían a lo largo del día. También descubren que pueden sentir varias emociones la vez. Se comunican entre sí y expresan lo que sienten, lo que promueve el aprendizaje de la empatía, el respeto y el apoyo mutuo. Es un trabajo excepcional de autoconocimiento y reconocimiento del otro y del grupo … A lo largo de la semana, Cyrielle Le Marre, la profesora referente de esta clase, observa atentamente las variaciones del clima de la clase, lo que le permite conocer mejor a sus alumnos y comprender el ambiente que reina dentro del grupo.